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«Somos Trabajadoras como Tú»: SINTTRAHOL y la Lucha por los Derechos en el Hogar

Escrito por: Luisana González M

En este nuevo artículo del Observatorio de Buenas Prácticas, Proderechos del Centro de Investigación en Religión y Política (CIERP) abordaremos la intersección entre los derechos de las trabajadoras del hogar, los fundamentalismos (en sus diversas expresiones) y los derechos humanos, lo cual es una interrelación rica y compleja.

Para ello, hemos entrevistado a Carmen Almeida quien es dirigente del Sindicato de Trabajadoras y Trabajadores del Hogar de la Región de Lima (SINTTRAHOL), activista feminista, luchadora social, y desde muy joven ha hecho frente a la violencia contra la mujer en todas sus formas.

Históricamente, el trabajo doméstico en Perú, como en muchas otras partes del mundo, ha estado fuertemente ligado, casi exclusivamente, a las mujeres. Se considera inherentemente «trabajo de mujeres», lo que lleva a su desvalorización social y económica. La protección de los derechos de las trabajadoras del hogar en el Perú exige una comprensión profunda de la intrincada red de vulnerabilidades que se tejen a partir de la interacción del género, la clase y las ideologías fundamentalistas. Estas fuerzas no operan de forma aislada; más bien, convergen para crear desafíos únicos y persistentes que dejan a estas trabajadoras particularmente expuestas a la explotación y la injusticia. Esta disparidad de poder se manifiesta en salarios bajos, largas jornadas laborales, falta de beneficios laborales y, en casos extremos, abuso físico y psicológico.

La protección de los derechos de las trabajadoras del hogar en Perú no es simplemente una cuestión de aplicar leyes laborales. Requiere una comprensión profunda y matizada de cómo el género, la clase y las ideologías fundamentalistas se entrelazan para crear formas únicas de vulnerabilidad. Solo a través de un enfoque interseccional y de la implementación de políticas integrales se podrá garantizar la justicia y la dignidad para estas trabajadoras esenciales.

  • Desde tú experiencia. ¿Cuáles son los principales desafíos que enfrentan las trabajadoras del hogar en relación con la garantía de sus derechos?

Como principal desafío que enfrentan las trabajadoras del hogar puedo decir que se refiere a la  falta de formalización de contratos de trabajo; y esto conlleva a la ausencia de protección social (ESSALUD y ONP), bajos salarios, distintas violencias ya sean psicológicas, económicas, físicas; también gracias a esta informalidad laboral muchas veces podemos ser víctimas de acoso sexual, discriminación, hostigamiento, exceso de trabajo, es decir las trabajadoras del hogar sufren de vulneración de derechos.

  • ¿Cómo las ideologías o interpretaciones fundamentalistas (religiosas, culturales, políticas, económicas) impactan en los derechos de las trabajadoras del hogar?

Se respeta la religión de cada persona, sin embargo, existe el fanatismo, la discriminación por ejemplo que nos hacen creer que somos personas que solo podemos hacer labores de cuidado y no podemos aspirar a algo más, igualmente estos grupos hacen prejuicios sobre nuestra identidad, no respetan nuestras costumbres. Muchas veces los fundamentalismos, intentan manipularnos y esto afecta nuestra autoestima.

  • ¿Cómo sindicato, qué estrategias consideran más efectivas para contrarrestar los argumentos y las prácticas de grupos fundamentalistas que vulneran sus derechos?

Desde el Sindicato de Trabajadoras y Trabajadores del Hogar de la Región de Lima (SINTTRAHOL) nuestra mejor estrategia es capacitar a las compañeras, no solo en derechos laborales; sino también en todos los temas relacionados con: autonomía económica, autoestima y violencia de género, emprendimiento y empoderamiento personal. Ellas no están solas, desde SINTTRAHOL las acompañamos de manera continua y permanente.

  • ¿Cuál es su visión a futuro sobre el papel de los Sindicatos, en la protección de los derechos de las trabajadoras del hogar frente a los antiderechos?

En realidad, el mundo en sí, es muy incierto; y en este contexto, del trabajo del hogar, actualmente, aún más; debido a la globalización, la situación política en que nos encontramos. Por lo tanto, creo que los Sindicatos, se tienen que revitalizar, organizar y prestar servicios a sus afiliadas y afiliados ya inscritos, e igualmente motivar a que quienes aún no lo han hecho puedan afiliarse; para de esta manera hablar y actuar con una sola voz, asegurar gobernanza interna y reformar el diálogo social. El rol del Sindicato es muy importante para el crecimiento personal de cada afiliada, nos da las herramientas para contrarrestar los fundamentalismos y poder exigir el cumplimiento de nuestros derechos.

  • ¿Hay algún mensaje final que te gustaría compartir con nuestros lectores?

El mensaje de mi parte para quienes leen este artículo es resaltar la importancia de afiliarnos a los diferentes Sindicatos, ahí encontramos personas que comparten los diferentes servicios y trabajos que realizamos. Además, éstos, o sea, los Sindicatos, nos representan; cuidando y exigiendo el cumplimiento de nuestros derechos y haciéndonos también cumplir con nuestras obligaciones. Y para quienes se sientan identificadas, también les invito a participar libremente en el movimiento feminista que es muy importante, ya que luchamos por igualdad de género y contra todo tipo de violencias.

Como podemos darnos cuenta, con el presente artículo, las ideologías fundamentalistas, ya sean religiosas, culturales, políticas o incluso económicas, pueden desempeñar un papel significativo en la perpetuación de normas y prácticas que menoscaban los derechos humanos fundamentales de las trabajadoras del hogar. Estas ideologías a menudo se basan en interpretaciones rígidas y selectivas de textos o tradiciones, que pueden justificar o normalizar relaciones de poder desiguales basadas en el género y la clase.

En este sentido, los fundamentalistas son grupos que atentan contra los derechos de las trabajadoras del hogar, primeramente, por su estricta manera de concebir los roles de género, enmarcada en un estereotipo rígido de funciones específicas para hombre y mujeres, en donde “deben” ser estas últimas las responsables de las tareas del hogar y los cuidados. Igualmente, podemos evidenciar otro aspecto en donde los fundamentalismos operan en contra de este gremio de trabajadoras, el cual se refiere a la distinción de clases, haciéndose presente un menosprecio evidente por quienes realizan estas labores; lo cual termina traduciéndose en una inminente desvalorizando del trabajo en el hogar, visto como trabajo en sí; todo esto debido a características propias de estos grupos, quienes son clasistas, racistas y discriminatorios.

En definitiva, la lucha por los derechos de las trabajadoras del hogar es también una lucha contra las ideologías fundamentalistas que buscan mantener relaciones de poder desiguales y negarles su plena humanidad y sus derechos fundamentales.

Para concluir, hacemos énfasis en unas palabras de nuestra entrevistada “Nuestra organización Sindical, gracias a la incidencia realizada logramos la Ley 31047 acorde al Convenio 189 de la OIT, seguimos luchando por mejores condiciones laborales y una vida digna. ¡Somos trabajadoras como tú!»

Fotos originales: cortesía de Carmen Almeida

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