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CUANDO LA LEY DISCRIMINA: LA LUCHA DE LAS PERSONAS TRANS FRENTE A LA LEY 32331 EN PERÚ

Escrito por: Luisana González M

Desde hace ya varios años, se ve con preocupación cómo los grupos fundamentalistas arremeten de manera sistemática contra las infancias, niñeces, mujeres y personas de la comunidad LGBTIQ+, sin embargo, este año 2025 estos ataques se han intensificado. En esta oportunidad desde el Observatorio de Buenas Prácticas, Proderechos del Centro de Investigación en Religión y Política (CIERP) presentamos este artículo, a partir de la entrevista realizada a Cath Asunción Candela Cobillas, quien es nutricionista de profesión con una Maestría en Investigación Clínica, trabaja en la promoción de salud y cuidados con tema de VIH, además es la coordinadora de investigación en la organización Féminas Perú.

La dignidad y la integridad de toda persona son pilares inquebrantables de cualquier sociedad que se precie de ser justa y democrática. En Perú, sin embargo, la reciente promulgación de la Ley N° 32331, bajo el pretexto de salvaguardar la indemnidad sexual de niños, niñas y adolescentes, ha desatado una profunda preocupación y un enérgico rechazo por parte de organizaciones de derechos humanos y, de manera particular, de la comunidad transgénero. Lejos de cumplir su supuesto propósito, esta normativa, y en especial su Artículo 5.1 sobre el uso de baños públicos, se erige como un ataque directo a la dignidad, la integridad y los derechos fundamentales de las personas trans, reforzando estereotipos dañinos y legitimando la discriminación. Por lo tanto, este artículo busca mostrar la percepción que tiene la organización Féminas Perú, conformada por mujeres trans, sobre esta ley, analizando sus implicaciones y el panorama actual de los derechos trans en el país.

  • ¿Cuál es la percepción general de su organización y de la comunidad transgénero sobre la Ley 32331, específicamente en lo que respecta al artículo 5?1 sobre el uso de baños públicos?

Desde nuestra organización podemos decir que esta ley es un atentado directo contra nuestra dignidad, integridad y derechos fundamentales; en específico de las personas trans. Si revisamos esa ley que se ofrece a la ciudadanía como la indemnidad sexual de los niños; se puede apreciar que en el artículo 5.1 lo único que hace es reforzar los estereotipos de transfobia, porque se supone que es una ley para cuidar a los niños, e indirectamente están insinuando que las identidades son una amenaza para estos. Si lo hablamos directamente desde la ciencia, este argumento carece de evidencia que lo sustente, no hay hasta el momento específicamente en el área de los baños, alguna data, alguna noticia donde una persona con identidad trans haya cometido alguna infracción contra las personas que entran a usar este servicio.

Más bien, si contamos con la data tanto de UNICEF, de Oltra Children, de la misma Defensoría del Pueblo; existe un registro de aproximadamente 40-45 niños abusados diariamente a nivel nacional, dentro de sus hogares, por personas cercanas, familiares, principalmente hombres, heterocis. Entonces, ¿por qué hacer una ley sin sustento científico, sin evidencia?; esto demuestra que es una ley que no busca proteger a los niños, sino más bien habilita y legitimiza el acoso, la exclusión y además de ello la violencia cotidiana que sufrimos las personas trans al ejercer un derecho fundamental como lo es el uso de un baño público.

  • ¿De qué manera esta ley contradice o afecta los avances o luchas previas por los derechos de las personas transgénero en el Perú?

Con respecto a esta pregunta, tengo un sinsabor, ya que si bien se ha avanzado socialmente; por ejemplo hace unos años atrás, las personas trans eran mucho más visibles, más aceptadas, había más profesionalización de estos; pero infelizmente faltaba un componente como lo es lo legal; a nivel de América del Sur, la gran mayoría de los países tienen leyes pro LGTB: Chile, Argentina, Brasil, Bolivia, Ecuador, Colombia; son países cercanos a Perú que tienen leyes de matrimonio igualitario, de cambios de identidad, de ley de identidad de género, etc; desde hace ya años; pero  Perú no tiene nada de esto; solo algunas normas técnicas a nivel de ministerios como en salud para poder captar mujeres trans ya que tienen gran incidencia en VIH; también en el Ministerio de Trabajo, y quizás alguna norma que va ligada al Ministerio de la Mujer, sin embargo a nivel gubernamental no hay ninguna ley.

Entonces, sí se ha podido avanzar ínfimamente desde hace 30 o 40 años desde la primera marcha del orgullo LGTB, igualmente en estos tiempos se formó una de las primeras instituciones LGTB, que es el Movimiento Homosexual de Lima y hace más de 10 años que empezaron el activismo trans en el país; estos pocos avances, hoy en día se han retrocedido ya que ahora no es solo que no tenemos leyes que nos protejan sino más bien que hay leyes en contra nuestra, no olvidemos el decreto ministerial donde a las personas trans nos llaman “locas” y ahora también esta ley que nos impide entrar a un baño público. Tristemente, estamos en un país donde las personas LGTB, especialmente las trans, quienes somos las personas más vulnerables del colectivo LGTB estamos en una situación de crisis, acoso, persecución.

  • ¿Cuáles son los principales desafíos que enfrenta la comunidad transgénero actualmente en el país, más allá de esta ley?

Pues, podemos decir que las personas trans enfrentan la gama de barreras más grandes que hay, ya que en el Perú hay grupos vulnerables que son: los niños, las personas adultas mayores, con discapacidad, de hecho, yo misma soy una persona con discapacidad, las madres gestantes y las personas LGTB. Una de estas principales barreras es la ausencia de políticas públicas que nos reconozca y proteja, como la ley de identidad, ya que no tenemos un reconocimiento legal de nuestra identidad, una mujer trans se puede transicionar y verse de acuerdo a lo que la sociedad peruana con sus estereotipos pide, porque infelizmente es así, y puede pasar desapercibida, etc; pero sin un reconocimiento legal justamente se producen leyes como la 32331, y ni siquiera tenemos el libre derecho de cambiar de nombre, ya que en nuestro país esto es sumamente difícil, no existen políticas públicas que eviten nuestra marginalización; en el trabajo, en el sector de salud donde hay mucha estigmatización de los médicos, en la educación; de por si en este país es un privilegio estudiar, imagínense una persona trans que en su mayoría no es aceptada por su familia, tiene que vestirse a escondidas para salir a las calles como realmente se siente cómoda de acuerdo a su identidad y encima tener que lidiar con costearse sus estudios y ser aceptada en las instituciones sociales.

  • ¿Consideran que hay una agenda transfóbica en el Congreso?

En un principio, pensamos que era una corriente, como ocurre en otros países; pero luego vemos que en realidad es una agenda casi mundial, y como investigadora yo sé que al mundo le incomodan nuestras diferencias; si nos remontamos a muchísimos atrás, podemos decir que éramos aceptadas en algunas tribus, en países como la India, Grecia, China, Roma, Mesopotamia donde había presencia LGTB, pero infelizmente quizás ligado a las religiones politeístas hubo un cambio. De pronto gracias a la educación errada con base religiosa, católica, cristiana, y sus derivadas se entiende que nuestra comunidad va en contra de lo natural, es rara, es profana y estas ideas afectan la sociedad y han producido un odio hacia las personas trans, lo que conlleva a rechazo, exclusión, violencia. Entonces, estas figuras políticas con severo conservadurismo y base fundamentalista, se aprovechan para atentar contra las personas trans con una agenda de antiderechos hacia esta comunidad, disfrazada de protección social.

  • ¿Qué acciones piensan emprender desde tú organización para enfrentar estos ataques?

Estamos haciendo un trabajo coordinado, tanto de manera independiente en la organizacion, como también junto a la Asamblea Trans, la cual se conformó a raíz de la aprobación de esta ley, lo cual nos permite dar una respuesta a esta normativa que atenta contra nuestros derechos fundamentales, y se antepone ante lo que es reglado. Al final, el Estado es uno solo y tiene que velar y mediar a través de sus políticas por el bienestar de todas las personas que vivimos en el país. Cabe destacar que seguiremos dando nuestra voz de protesta, ya que hacemos uso de la democracia en la que se supone estamos. En Féminas Perú trabajamos de manera voluntaria, ad honorem, apoyando a las mujeres de nuestra comunidad desde nuestras oportunidades. Ahora, próximamente se llevará a cabo la marcha del orgullo, espacio en el que esperamos también dar nuestra alerta y solicitar a todas esas empresas que este mes apoyan con la visibilización de la bandera pride que protejan a las personas trans dentro de sus establecimientos, porque nosotras también pagamos impuestos y somos consumidoras de sus productos y servicios. Igualmente trabajamos en la promoción de campañas de información sobre las repercusiones que tiene esta norma.

  • ¿Qué mensaje quieren enviar a la opinión pública, al gobierno y a la comunidad en general sobre la situación de las personas transgénero en el Perú tras estos ataques sistemáticos por parte de fundamentalistas?

El mensaje es claro y contundente, “las mujeres trans existimos”, somos personas reales, nos pueden ver en cualquier lugar; trabajando, en el supermercado, en las calles, en los centros de salud, centros de telefonía, etc. Aunque, lamentablemente vivimos en modo de resistencia ante lo que la sociedad nos impone, ahora mismo los fusiles están dirigidos a nuestras personas, y seguiremos resistiendo, entonces a pesar que nos ignoren, nos maltraten, nos aborrezcan, nos odien y mucho más, también somos ciudadanas de este país; tributamos, trabajamos, aportamos, convivimos, por lo tanto, merecemos vivir como todas las personas, libres y sin miedo.

Les pedimos que no se fijen en el cascarón, que no se afiancen a sus ideas religiosas, estereotipadas, para poner un ejemplo, es como cuando alguien sufre quemaduras en su cuerpo, y su físico cambia, pues sus familiares, personas queridas, y hasta desconocidos sienten compasión y lo siguen percibiendo como ser humano, pero esto no ocurre con las personas trans, por fuera podemos vernos diferentes, pero somos seres humanos, que sentimos, y queremos respeto. Los derechos humanos son innegociables, la diversidad existe, no es un problema sino una riqueza, nuestro Perú es diverso en su flora, fauna, gastronomía, geografía, etc, el llamado es a la sororidad y no vulneración de nuestros derechos.

Como podemos darnos cuenta, a partir de la entrevista realizada a Cath, la situación de las personas transgénero en Perú, exacerbada por leyes como la 32331, es una crisis de derechos que no podemos ignorar. A pesar de ser ciudadanas y ciudadanos que contribuyen al país, que tributan, trabajan y conviven, se les niega el derecho a vivir libres y sin miedo, a ser reconocidas en su identidad y a ejercer derechos fundamentales como el uso de espacios públicos sin temor a la persecución. Es imperativo que la opinión pública comprenda que «las mujeres trans existen», son personas reales con sentimientos y aspiraciones, cuyos derechos humanos son innegociables. La diversidad, lejos de ser un problema, es una riqueza inherente a la sociedad peruana. El llamado es a despojarse de ideas erróneas y estereotipadas, a reconocer la humanidad en todas sus formas y a construir un Perú donde la dignidad y la igualdad sean una realidad para todas las personas.

El análisis de la Ley 32331 y el sentir de la comunidad transgénero en Perú revelan una profunda injusticia y una preocupante regresión en materia de derechos. La ausencia de políticas públicas que reconozcan y protejan a las personas trans, sumada a la proliferación de normativas discriminatorias, las condena a una existencia marcada por la marginalización, la violencia y la invisibilidad legal. Desde Féminas Perú, el mensaje al gobierno y a la comunidad en general es inequívoco: “no las callarán”. Esta comunidad seguirá en modo de resistencia activa, demandando el reconocimiento de su existencia, la protección de sus derechos y el fin de la persecución sistemática que enfrentan. Porque la igualdad de derechos no es una opción, es una obligación de un Estado democrático y respetuoso de la dignidad humana.

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