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Los fundamentalismos son un peligro para la democracia

Por: Oscar Amat y León P.

“Ya no los hacen como antes”. Los fundamentalismos religiosos antiguamente se dedicaban a defender sus creencias de los supuestos ataques que recibían, al entrar éstas en contradicción con el avance del conocimiento científico. Esta situación se ve más claramente reflejado en la oposición que manifestaron a la enseñanza de la teoría de la evolución en los colegios o en la pretensión de imponer el esquema creacionista a ultranza como explicación del origen del universo. La clave para estos grupos fundamentalistas en ese tiempo era defender la fe cristiana para que no perdiese credibilidad ante la opinión pública. Dicho sea de paso, la participación política, en ese entonces, era una cosa completamente prohibida para los buenos creyentes. La defensa del fundamentalismo se trataba básicamente de un asunto de defensa de intereses eclesiales y religiosos contra el avance de la secularización. La política, se decía, era algo mundano o profano, que obstaculizaba el desarrollo de la fe o la espiritualidad en el ser humano.

Sin embargo, estos mismos sectores fundamentalistas del mundo cristiano, tiempo después, al ver las posibilidades y oportunidades de intervenir en la vida política de los países, se esforzaron por ocupar espacios de poder público, y prontamente convirtieron a la política en un nuevo frente misionero para sus organizaciones, a fin de conseguir beneficios para sus propias iglesias e influenciar en las leyes, la cultura o en la opinión pública, impulsando su propia cosmovisión religiosa como si fuese la base moral privilegiada para una ética ciudadana.

Fuente: Mas Igualdad (www.masigualdad.pe)

Esta conveniente preocupación manifestada por los fundamentalismos por un supuesto interés por las políticas públicas en el Perú es una estrategia común de diversos grupos sociales que colocan sus representantes en el Congreso para la defensa de sus propios intereses subalternos. Lo peculiar de la participación política de los sectores fundamentalistas es que, en primer lugar, modificaron la decisión inicial de no inmiscuirse en la política de los países, reemplazándolo ahora por un militante activismo político antiderechos. En segundo lugar, es que a diferencia de otros sectores del protestantismo evangélico, que desde muchos años participan en la vida política del país como ciudadanos/as, estos sectores fundamentalistas han ingresado a la arena política con una agenda que no busca defender o expandir la práctica de los derechos humanos en el país, sino más bien, defendiendo banderas que intentan restringir o limitar el acceso a los derechos a sectores como: las mujeres afectadas por violencia de género; las personas de la diversidad sexual que exigen igualdad, reconocimiento y protección de sus vidas por causa de su orientación sexual e identidad de género; o restringiendo las libertades de niños, niñas y adolescentes a recibir una educación de calidad con enfoque de género y educación sexual integral.

¡Definitivamente ya no hacen a los fundamentalismos como antes! Abandonaron los espacios de sus templos, sus ideas extravagantes sobre el fin del mundo o los ataques contra la teoría satánica de la evolución y ahora pululan por los espacios políticos elaborando proyectos de ley para la defensa de sus enfoques disparatados de los supuestos ataques contra el primado de la familia heterosexual, la supremacía bíblicamente cristiana de hombres sobre mujeres, o las más diversas teorías de la conspiración dignas de una o de varias novelas de ciencia-ficción. Y lo peor no está en que los fundamentalismos hayan mutado de esta forma, lo peor está en que han encontrado un terreno fértil en las bases culturales de nuestro propio conservadurismo y resistencia al cambio. El sentido común de los peruanos/as termina aceptando y creyendo en los miedos que nos venden y termina haciendo eco de las extravagancias de sus propuestas. Así el discurso fundamentalista se convierte en un grave riesgo para la vida en democracia. ¡Estado laico ya, es urgente!

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Las nuevas formas de hacer política de los evangélicos

FOTO: Dina Boluarte y la reunión convocada por la presidenta con representantes de las iglesias: católica, evangélica y cristiana, ¿el fin? solicitar apoyo para el régimen

Por: Oscar Amat y León & Miguel Ángel Castro

En nuestro artículo anterior dejábamos establecido que la respuesta inicial al contexto actual de violencia e inestabilidad política ofrecida por los pronunciamientos de las iglesias y organismos evangélicos podía resumirse en los siguientes puntos:

a) La construcción de una narrativa discursiva conservadora (en algunos casos fundamentalista) priorizando la defensa de los principios del sometimiento a las autoridades y la defensa de la ley y el orden.

b) La promoción de esa narrativa termina alentando a la iglesia (es decir a la feligresía) a legitimar el status quo, priorizando la defensa del orden, y en algunos casos, hasta de la propiedad privada por encima de la justicia, incluso en creyentes evangélicos que por el nivel de pobreza en el que viven, no tienen ninguna propiedad privada que proteger.

c) Como consecuencia de esta narrativa, y en concordancia con la narrativa conservadora de muchos otros sectores sociales, no necesariamente evangélicos, pero que afirman el mismo ideario, se fomenta una insensibilidad ética ante las muertes y demandas de la protesta social.

d) Cuando analizamos este tipo de respuesta evangélica a la realidad social, en perspectiva histórica, resulta que los evangélicos han actuado de una manera similar en otras oportunidades: por ejemplo, en los años 60, a través de su silencio frente a la necesidad de una reforma agraria en el país, que disolviera las relaciones de injusticia impuestas por una matriz colonial estatal perversa, o más recientemente, en los años 80 y 90, cuando amplios sectores de la iglesia evangélica estuvieron de espaldas -salvo honrosas excepciones- a enfrentar con una voz profética las causas de injusticia que generaron la violencia y el conflicto interno en el país, señaladas por el Informe de la CVR.

Los restos de los 6 evangélicos asesinados en Callqui, Huanta, en agosto de 1984 por infantes de marina en las instalaciones del propio templo de la Iglesia Presbiteriana

«Lo más doloroso es que nuevamente la iglesia se ubica una vez más contra los vulnerables, contra aquellos a los que debería defender«

Miguel Ángel Castro – Doctorando en educación / Equipo CIERP

En la actualidad, cuando las cosas se han puesto realmente críticas para el recién iniciado régimen de Dina Boluarte, sea por instinto de conservación político para mantenerse en el poder a toda costa, o sea porque ya lo tenía previamente planificado, la ex vicepresidenta de la plancha presidencial de Perú Libre, convertida ahora paradójicamente en la ejecutante del plan de gobierno del Congreso y de Keiko Fujimori, ante el movimiento de las aguas, decidió buscar a los líderes religiosos evangélicos que pudieran beneficiarle ante la opinión pública. Los medios cubrieron la noticia de la siguiente forma: «Presidenta Boluarte convoca a líderes de iglesias para instalar mesas de diálogo en regiones», así lo indica la nota de prensa del gobierno peruano (https://bit.ly/3PNm6o0), mientras que otro medio virtual señala: «Dina Boluarte convoca a los líderes de las Iglesias para una mesa de diálogo en cada región con protestas» (https://bit.ly/3BYLFg7). Del propio discurso de Boluarte se pudo llegar a la conclusión que «ha convocado a los líderes de las iglesias católica, cristiana y evangélica para instalar una mesa de diálogo en cada una de las regiones que se han movilizado» (https://bit.ly/3Ge22rA)

En la imagen: Miguel Bardales, Eduardo Concha (CONEP) y Cristian Scheelje (UNICEP), entre los líderes religiosos que se entrevistaron con Dina Boluarte

Es así que después de esta convocatoria, los líderes religiosos procedieron a realizar un doble movimiento: en primer lugar, asistieron a la reunión en Palacio de Gobierno con Dina Boluarte. ¿Oportunos u oportunistas?, los jerarcas neopentecostales que lideran UNICEP, CONEP y la SBP, manifestaron su plan de acción: equipararse con la iglesia católica para ofrecer «protagonismo mediador» del diálogo por la paz en las regiones afectadas por la protesta social y ofertar su ya clásica ayuda social, proveniente de las donaciones que reciben del exterior, para convencer a la población de la buena intención y de las bondades de sus organizaciones.

«[Hemos saludado] a la presidenta Dina Boluarte y le [hemos expresado] la voluntad de las iglesias evangélicas de cooperar con ayuda social y de colaborar con el diálogo, en los ámbitos donde se encuentran, para traer la paz, la prosperidad y el desarrollo del país.»

Miguel Bardales – Presidente Sociedad Bíblica Peruana

En segundo lugar, y de manera estratégica, estos mismos representantes del CONEP y UNICEP acordaron suscribir un «Comunicado Interreligioso sobre la crisis política en el Perú», el cual exhorta «a que se realice una investigación transparente sobre la forma en que ocurrieron las muertes durante las protestas», con el ánimo de mostrar una mayor respetabilidad ante la sociedad civil, diferenciándose de lo dicho en los pronunciamientos de sus organizaciones base (CONEP y UNICEP). Esta intención dual de mostrarse conservadores ante su feligresía y de «mente abierta» ante la sociedad civil, es típica del comportamiento político de este sector evangélico, caracterizado por su pragmatismo, por la búsqueda del poder a toda costa y por la falta de una clara definición programática, tanto en lo teológico como en lo ético.

¿Por qué razones podemos afirmar tal cosa? No se trata solo de la estrategia dual de los sectores neopentecostales a la hora de mostrarse de manera diferenciada (alguien diría «mostrando una doble cara») ante su propia feligresía y ante el resto de la sociedad civil. Se trata también de contrastar la realidad actual del comportamiento político de estos sectores ante la oportunidad brindada por Dina Boluarte de otorgarles visibilidad mediática a cambio de que ellos le otorguen a su gestión una credibilidad ética ante la opinión pública. No es casualidad que durante muchos años los diferentes gobernantes, especialmente los dictadores, hayan hecho uso del poder de la iglesia y de la religión para obtener una cuota de legitimidad proveniente del capital religioso.

Es así que, según el informe (https://bit.ly/3jjfDF0) elaborado por Amat y León & Condor (2022), se verifican algunas características del oportunismo evangélico, en materia política:

a) Es así que justamente los tres líderes (Bardales, Scheelje y Concha) que hoy se presentan como intermediarios de la paz ante el gobierno de Dina Boluarte, fueron los mismos que tuvieron una participación activa en la promoción de la candidatura de Keiko Fujimori durante la primera y segunda vuelta opuesta a la plancha presidencial de Pedro Castillo y de la propia Dina Boluarte.

Según este informe «durante la primera vuelta electoral, el acercamiento de Keiko Fujimori con los evangélicos estuvo a cargo del pastor Miguel Bardales, actual presidente de la junta directiva de la Sociedad Bíblica Peruana (…) Las reuniones, principalmente virtuales, de esta primera etapa se realizaron con la participación de varios pastores y líderes evangélicos de diferentes lugares del país», entre los que se contó a «Eduardo Concha, actual presidente del Concilio Nacional Evangélico del Perú».

b) Estos mismos líderes manifestaron una posición ambigua y ambivalente frente a la orientación pastoral que brindaron a su feligresía en materia política.

El mismo informe de Amat y León & Condor señala que «el caso más evidente del giro de una posición aparentemente neutra a otra, disimuladamente a favor de la candidata Fujimori, fue el de la UNICEP (Unión de Iglesias Cristianas Evangélicas del Perú); cuyo presidente, Cristian Scheelje, pasó de representar a una organización cristiana vigilante del proceso electoral y defensora del sistema democrático, impulsora de la iniciativa interreligiosa “Proclama ciudadana: juramento por la democracia”; a ser parte de un grupo de evangélicos que apoyaban públicamente la candidatura de Fujimori, apelando al “mensaje cristiano evangélico de las nuevas oportunidades”

c) Los mencionados dirigentes utilizaron el discurso de intimidación de la población señalando al posible gobierno de Castillo como uno de «izquierda extrema», afirmando el apoyo de los evangélicos a la candidatura de Keiko Fujimori.

con el “Pronunciamiento Evangélico por la Democracia”, difundido por redes sociales el 12 de mayo», el cual afirma que «luego de varias reuniones de trabajo pastoral-eclesial y de escuchar a las distintas fraternidades pastorales del país que nos han expresado su preocupación por un eventual gobierno de izquierda extrema que pueda destruir las libertades civiles que hemos logrado, hemos decidido apoyar a la candidata presidencial Keiko Fujimori. (…) Desde el mensaje cristiano evangélico creemos que las personas pueden tener nuevas oportunidades; por esta razón, tenemos la expectativa que la candidata Keiko Fujimori haga un gobierno democrático, alejado de la corrupción, sin discriminación, sin odios ni rencores, respetando a las instituciones autónomas de nuestra democracia».

Reunión virtual de Keiko Fujimori con alrededor de 700 líderes/as evangélicos y evangélicas. Fuente: La República

d) En la mayor expresión de apoyo a la candidatura de Keiko Fujimori, en mayo de 2021, la candidata de Fuerza Popular tuvo una reunión virtual , organizada por Miguel Bardales y Néstor Encinas, con alrededor de setecientos líderes evangélicos y evangélicas, según la publicación de wayka.pe («Keiko Fujimori recurre a alianza con pastores de Con Mis Hijos No Te Metas» https://bit.ly/3hK5AIZ):

«en este encuentro, Fujimori solicitó el apoyo de los asistentes para lograr la presidencia, (…) los pastores, acto seguido, le aseguraron que harían que los miembros de sus congregaciones vieran con buenos ojos su candidatura y voten contra el “sistema socialista, comunista, chavista, castrista y social-confuso”, concluye la mencionada publicación.

El informe se puede descargar de: https://bit.ly/3jjfDF0

En medio de este río revuelto, donde las organizaciones evangélicas luchan por obtener visibilidad pública y por convertirse en referentes religiosos, una suerte de super capellanes del gobernante de turno que habite en Palacio de Gobierno, los políticos anti-derechos, por su parte, no dejaban de hacer de las suyas. El modus operandi de esta «sagrada casta» de evangélicos presentes en el Congreso ha procurado permanentemente arrastrar a la feligresía evangélica en el duro camino del clientelismo político y de la movilización social en favor de las causas antidemocráticas.

Y en el contexto de una semana llena de movilización, protesta social y represión policial, junto con otros colectivos civiles y religiosos, tuvieron la brillante idea de convocar a «marchas por la paz» y «jornadas de oración» que contribuyeran a borrar de la memoria el recuerdo de las muertes de pobladores ocurridas en el país a manos de las fuerzas del orden, al mismo tiempo que fueran dando la impresión que el régimen de Boluarte cuenta con una base social que se moviliza, que tiene capacidad de convocatoria y que está dispuesta a respaldar las gestiones que contribuyan a fortalecer las acciones del proyecto de gobierno congresal.

El medio «Evangélico digital» en internet (https://bit.ly/3FNt33M) nos informa que «congresistas cristianos de diferentes partidos del Perú que conforman el “Bloque Cristiano” han convocado una Jornada de Oración por la Paz del país, este viernes 16 de diciembre a las 09.00 am (hora local de Lima). Los convocantes son Milagros Jaúregui de Aguayo (Renovación Popular), Alejandro Muñante (vicepresidente de la Mesa del Congreso), Mery Infantes Castañeda (Fuerza Popular) y Javier Padilla (Renovación Popular).»

Jornada de oración «por la paz» del Perú, organizada por el bloque cristiano del Congreso de la República. Fuente: Evangélico Digital.

Cualquiera podría preguntarse, ¿Qué puede tener de malo convocar a una jornada de oración por la paz en el Perú? No se trata solamente de ser estrictos en el llamado a la separación de iglesias y estado en el contexto de un mínimo de decencia de un estado que se pretende laico. Sino que deberíamos preguntarnos ¿por qué la imagen arriba colocada es un reflejo de una de las causas de la crisis política que actualmente estamos viviendo? Una respuesta plausible es que en el momento en que las creencias religiosas de tipo fundamentalistas dirigen los intereses y las voluntades políticas de los legisladores, entonces corremos el riesgo de empezar a tener leyes hechas a la medida de la moral religiosa de estos congresistas, las cuales pretenden ser impuestas como parte de la moral única para la ciudadanía en general.

Así lo razona, por ejemplo, Milagros Jáuregui, casi de una manera cándida, como si estuviera en el púlpito de su congregación y no en el Congreso de la República. Sin embargo, las cosas no se quedan en el ámbito del Congreso. Las conexiones que se forman entre iglesias al servicio del poder político evangélico así como los pragmatismos y la flexibilidad ética de tanto evangélico oportunista, terminan por articular la iniciativa del «bloque cristiano» de los congresistas evangélicos, en este caso, con la movilización de la feligresía de una iglesia en particular: el Movimiento Misionero Mundial (MMM). El MMM ha resultado siendo un actor importantísimo que cumple la labor de servir como operador religioso de los evangélicos políticos ante su propia feligresía y ante la sociedad civil. Conocedores de la situación que atraviesa el país el MMM en coordinación con el congresista Alejandro Muñante, crean «el Frente Cristiano por la Libertad» lo que denominan «una nueva plataforma ciudadana» (https://bit.ly/3WpNUBp) que, desde el MMM, se encargará de ser el ente convocante de las jornadas de oración a nivel nacional, contando además con el aparato mediático de Bethel televisión, el proyecto comunicacional del MMM, como se puede ver en la imagen siguiente:

¿Y a quién tenemos en medio de la marcha, mirando como la iglesia del MMM trabaja para su proyecto político? Pues al mismísimo Alejandro Muñante.

La visibilidad que han logrado alcanzar con estas acciones se puede notar en el informe de la Adjuntía para la Prevención de Conflictos Sociales y la Gobernabilidad, de la Defensoría del Pueblo, que identifica al MMM y al Frente Cristiano por la Libertad en su reporte diario del 21 de diciembre, como parte de las organizaciones involucradas en movilizaciones sociales en este caso de tipo «marcha por la paz» Ver: https://bit.ly/3YOumYN

Feligresas del MMM en plena Marcha por la Paz convocada por el bloque cristiano del Congreso de la República.

La movilización de la feligresía religiosa con fines políticos como lo realizan los evangélicos políticos del Congreso de la República es un atentado contra la democracia, a) en primera instancia por la desnaturalización de la función legislativa del Congreso para convertirse en un espacio de disputa y beneficio a ciertas confesiones religiosas en el Perú y ante la posibilidad de utilizar los espacios congresales como mecanismos de privilegios para sus propias organizaciones religiosas. b) También es un atentado contra la propia Iglesia Cristiana porque la pervierte en un sentido constantiniano de procurar obtener prebendas y beneficios del poder político a cambio de otorgar legitimidad al gobierno ante la sociedad civil. c) Y, en tercer lugar, es también un atentado contra la propia sociedad civil pues ésta se ve enfrentada y muchas veces atacada en las movilizaciones que organiza, por parte de sectores evangélicos fanatizados, que resultan movilizados y organizados como si fuesen bandas cuasi delincuenciales al estilo del grupo conocido como «La Resistencia».

Agradezco a mi buen amigo, el profesor Omar Coronel por el video que ilustra la presencia de líderes religiosos del MMM en la Marcha por la Paz.

El momento en que la religión sea instrumentalizada como un espacio de promoción de la violencia; el momento en que la intensidad de la experiencia religiosa sea aprovechada para empoderar liderazgos políticos evangélicos que tienen los pies de barro; en el momento en el que el «Jehová de los Ejércitos» sea entendido como el «Jehová de las Fuerzas Armadas» que legitima el uso de la violencia contra el pueblo, en ese mismo momento habremos perdido la brújula de lo que significa ser personas de fe en el Perú y habremos vendido la bendición de nuestra primogenitura por un miserable plato de lentejas que nos otorga como ganancia írrita, las componendas con el poder temporal.

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¿Están siendo perseguidos los cristianos?

Un boletín digital mexicano (1) alerta sobre la persecución de políticos a cristianos a través de la dación de leyes; un portal web colombiano (2) reflexiona sobre la persecución religiosa. ¿Qué tienen en común estas dos noticias actuales? Aparte de la presunta “persecución” que estarían sufriendo los cristianos, está el uso distorsionado y manipulador del discurso sobre el estado laico.

Es interesante notar el uso progresivo del discurso de la laicidad por parte de colectivos religiosos para afirmar que se hace uso indebido del mismo, con el fin de socavar sus derechos o, en palabras suyas, de perseguirlos. Décadas atrás este uso sería inimaginable e inesperado. Si bien es cierto, el tono, la forma y la seriedad de su argumentación, varía dependiendo de la fuente (ACIprensa o Evangélico Digital, verbigracia), la idea de fondo es la siguiente: el estado laico ha dejado de ser anatema para convertirse en un escenario aceptable, desde el cual los actores religiosos pueden “defenderse” de los ataques que los “abusadores del estado laico” cometen contra ellos.

La consecuencia de este uso distorsionado es la dilución del concepto laicidad, así como la pérdida de su potencial constructor, transformándose en una herramienta más de lucha ideológica.

Estamos en un contexto de licuefacción de ideas, en el que cualquier concepto es vaciado de su significado original y se convierte en arma arrojadiza que sirve para defensa y ataque, ante enemigos imaginarios (como pasa con las palabras democracia, igualdad, justicia). Esta atmósfera agonística se radicalizó con la llegada de la pandemia y no tiene visos de menguar. Cualquiera puede comprobar el carácter incendiario de los discursos (3), en diferentes lados del espectro político.

Junto al uso manipulador del discurso sobre la laicidad, esta radicalización es un obstáculo más para la construcción de un estado laico, pues lejos de contribuir al debate razonado y respetuoso, corroe los cimientos de todo posible diálogo, haciendo así más difícil la edificación de una sociedad en la que quepan todos, creyentes, no creyentes e indiferentes.

¿Crees que este uso manipulador de la laicidad contribuye a la salud de estado laico?, ¿Cómo percibes la victimización de los actores religiosos utilizando estos argumentos?

Referencias:

(1)https://www.evangelicodigital.com/semillas-de-vida/24253/ataque-demoledor-al-estado-laico-en-mexico

 (2) https://alponiente.com/el-estado-laico-en-colombia-del-reconocimiento-a-la-persecucion-religiosa/

(3) Cometer delitos en 140 caracteres: el derecho penal ante el odio y la radicalización en Internet. https://dialnet.unirioja.es/servlet/libro?codigo=709917

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RAZONES PARA RESCATAR LA BIBLIA

 “Nada más engañoso que un político con la biblia en la mano y un rezo en sus labios”

Harold Segura.

Daniel Ortega, presidente de Nicaragua, afirmó “No se puede tener la fuerza para luchar e ir adelante si no está uno bajo la Palabra de Dios”. Este ejemplo es una muestra de la privatización del mensaje bíblico y de su lectura fundamentalista, es decir una lectura literalista, desconocedora de su proceso histórico de elaboración y limitada a una interpretación utilitaria. Es curioso que este uso de la biblia deviene funcional a ciertos regímenes de dudosas credenciales democráticas.

Tanto para católicos como evangélicos, setiembre es el mes de la biblia, a la vez es tiempo oportuno para recuperarla del uso fundamentalista. Veamos cuatro argumentos basados en la historia, el dogma, la literatura y la política.

Primero, setiembre es el mes de la biblia. Para los católicos, porque el 30 de setiembre se conmemora a San Jerónimo, erudito de la antigüedad quien tradujo la biblia al latín (la Vulgata); para los protestantes, porque el 28 de setiembre de 1569, el erudito Casiodoro de Reina publicó la biblia traducida al castellano (la Biblia del Oso).

Segundo, la Exhortación Apostólica postsinodal Verbum Domini, de Benedicto XVI, llama la atención sobre “aquellas lecturas que no respetan el texto sagrado en su verdadera naturaleza, promoviendo interpretaciones subjetivas y arbitrarias”, las cuales representan “en realidad una traición, tanto del sentido literal como espiritual, abriendo el camino a instrumentalizaciones de diversa índole”. Por su parte, los protestantes reconocen que una lectura relevante de la biblia requiere el uso adecuado de las ciencias bíblicas, para comprender el mensaje original y relacionarlo con el contexto actual.

Tercero, cuando no es mal utilizada por políticos o fundamentalistas, la biblia ha sido considerada una pieza clave de la literatura. Jorge Luis Borges exclamaba “¡Qué idea excepcional, la de reunir textos de distintos autores y distintas épocas y atribuirlos a un autor único, el Espíritu! ¿No es maravilloso?”. Harold Bloom, René Girard y Antonio Negri también han reconocido el valor literario de la biblia, respetando su texto e interpretando su mensaje adecuadamente.

Finalmente, el discurso reconstruccionista atenta contra la democracia, pues fundamenta sus pretensiones de poder no en un contrato social sino en una discutible y privatizada manera de entender la Biblia. El más claro ejemplo es Jair Bolsonaro, quien dijo “Dios encima de todos. No existe esa historita de Estado laico, no. El Estado es cristiano y quien esté en contra, que se mude”.

Y tú, ¿Qué piensas?, ¿Conoces otros usos de la biblia en la política?  

Fuentes:

El uso de la Biblia por los políticos. https://www.evangelicodigital.com/seguramente-harold/10450/el-uso-de-la-biblia-por-los-politicos

La biblia en la cultura occidental. https://www.jornada.com.mx/2015/08/02/sem-leopoldo.html#:~:text=La%20apropiaci%C3%B3n%20de%20la%20Biblia,vida%E2%80%9D%20(Tiempo%20y%20narraci%C3%B3n.

¿POR QUÉ SE RECUERDA SEPTIEMBRE COMO “EL MES DE LA BIBLIA”? https://sociedadbiblicatrinitaria.org/por-que-se-recuerda-septiembre-como-el-mes-de-la-biblia/

VERBUM DOMINI. https://www.vatican.va/content/benedict-xvi/es/apost_exhortations/documents/hf_ben-xvi_exh_20100930_verbum-domini.html

CÓMO LEER LA BIBLIA (NO SOLO) EN TIEMPOS DE PANDEMIA. https://www.vatican.va/content/benedict-xvi/es/apost_exhortations/documents/hf_ben-xvi_exh_20100930_verbum-domini.html