Agradecemos a Marcos Arroyo por compartir con nuestros/as lectores/as su artículo publicado originalmente en: https://www.facebook.com/share/p/1ANYW8o8b4/
La teología dispensacionalista no sólo impide ver de cerca el tema de los derechos humanos respecto a Palestina (sin pasar por alto los crímenes cometidos por Hamás y otros grupos terroristas), sino, de manera más amplia, este tema queda condicionado a la creencia o interpretación religiosa sobre aquello denominado, «los últimos tiempos».
Una parte esencial de esta teoría, es su convicción de que el sufrimiento es parte indispensable para alcanzar la salvación. Bajo esta idea, se interpreta, en sectores evangélicos, que lo que ocurre en la zona de Gaza y Palestina, es una guerra entre el bien (Israel) y el mal (Palestina y sus aliados, los enemigos de Dios).
¿Qué observamos en esta ideología dispensacionalista en términos políticos?
Un apego y apoyo, casi incondicional, a políticas de corte nacionalista, militarista y expansionista, y todo ello, bajo el amparo de que se trata de «valores cristianos» que operan en el ámbito del plan divino.
La justicia social y los derechos de las minorías no suelen hallar cabida en estos espacios religiosos, tomando en cuenta que el sufrimiento es parte de la vida humana y que sólo después de la muerte se podrá gozar de una mejor vida. Su mayor interés está dirigido a expandir su visión religiosa bajo la convicción de que ello hará que se cumplan las profecías sobre el retorno de Cristo a la tierra.
¿Cómo resolver estos problemas sobre el racismo, la xenofobia, la violencia, la destrucción del planeta, la maldad en general?
A través de la conversión, no de políticas de justicia social o todo aquello necesario para ayudar a revertir y controlar estas situaciones. Según esta corriente (ideología) dispensacionalista, la guerra es necesaria para que retorne Cristo. No es raro, p.ej., ver en algunas publicaciones, la referencia a «Cristo viene» cada vez que las noticias describen sobre señales de guerra. No es el cambio climático y otros temas esenciales lo que preocupa a estos grupos, pues la justicia y la paz están subordinados a esta línea teológica e ideológica.
Esta línea es la que suscribe la mayoría evangelical norteamericana aliada de Donald Trump, con la que coinciden también muchas denominaciones evangélicas en el resto del mundo, incluyendo nuestro país, Perú, que han recibido esta influencia y persisten en expandir estas ideas en sus centros de formación cristiana.
